dilluns, 27 de setembre del 2010

AQUÍ, ADENTRO.

Las excusas ya existían antes de ti.
No, no me mires como antes, no hables en plural.
La retórica es tu arma más letal.
Voy a pedirte que no vuelvas más.
Siento que me dueles todavía aquí, adentro.


Soy una mentirosa. Una mentirosa compulsiva.
Y no vas a creer nunca en mis palabras; ya no.
Y no sé si me jode, si me alegra o si me es indiferente. Desconozco tal sensación por el momento.
Cierro los ojos.
La 167 vuelve a mi mente.
Qué azules eran.

Es cierto... duele un poco. Un poquito solo.
Aquí, adentro.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada