AQUÍ, ADENTRO.

Las excusas ya existían antes de ti.
No, no me mires como antes, no hables en plural.
La retórica es tu arma más letal.
Voy a pedirte que no vuelvas más.
Siento que me dueles todavía aquí, adentro.


Soy una mentirosa. Una mentirosa compulsiva.
Y no vas a creer nunca en mis palabras; ya no.
Y no sé si me jode, si me alegra o si me es indiferente. Desconozco tal sensación por el momento.
Cierro los ojos.
La 167 vuelve a mi mente.
Qué azules eran.

Es cierto... duele un poco. Un poquito solo.
Aquí, adentro.

MÁS ALLÁ DEL SOL.

Cinco de septiembre de dos mil diez.

- Mira.

- ¿El qué?

- ¿Lo ves?

- ¿El qué?

- El sol

- Sí.

- Yo me encuentro por allí.

- ¿Dónde?

- Por allí.

- ¿En el sol?

- No.

- ¿Entonces...?

- Más allá. Más allá del sol.

- ...

- Allí suelo estar a menudo. Allí es fácil evadirte del mundo, de aquello que simplemente sobra. Allí floto. Y me limito a experimentar mi propio límite, desatándome de todo tipo de sufrimiento; mi propio nirvana.


Muse - Space dementia.

AL RESPIRAR.

Y al respirar propongo ser quien ponga el aire,
que al inhalar me traiga el mundo de esta parte.
Y respirar tan fuerte que se rompa el aire,
aunque esta vez si no respiro es por no ahogarme.
Intenta no respirar...
Intenta no respirar...



Vetusta Morla - Al respirar.

Respirar.
Calma Ruby, tranquila.
Todo pasa con el tiempo... Hasta lo imposible.
Lo que creí insustituíble en su día, hoy muere.
No sé si para siempre, pero empiezo a cansarme.
Quiero no verte.
No verte.

No imaginarte.
Sólo respirar y no sentir más dolor.
Sólo aire.
No dibujarte, no dibujarte... Tal vez tratar de emborronarte.

PODERES ULTRASÓNICOS.

Ahora ya no me lamento, no sigo detrás.
¿Para qué?
Si cada vez que vienes me convences, me abrazas y me hablas de los dos.
Y yo siento que no voy... que el equilibrio es imposible cuando vienes
y me hablas de nosotros dos. No te diré que no.
Yo te sigo porque creo que en el fondo hay algo.


Los Piratas - El equilibrio es imposible.

Sé que si duele, sanaré.
Y de qué manera.
Y con qué eficacia.

Intenté concienciarme de que el tiempo es el mejor remedio para olvidar.
Pero cuando me dispuse a hacerlo, resurgiste de tus cenizas.

Eres una bestia. Un monstruo.
Con poderes ultrasónicos para inhibirme lentamente; dejándome floja, y débil.
Y sabes que en el fondo me encanta. Me encanta perderme y desubicarme.
Tenerte delante y sentirte.
Volver a ser parte de ti.

Y de qué manera.
Y con qué eficacia.

NEW YORK.

The Strokes - New York city cops.



Nunca estuvo tan lejos
ese cielo
nunca estuvo tan lejos.
[...]

pero todo está claro
y es más dulce
más útil,
sobretodo más dulce
reconocer que el tiempo está pasando;
que está pasando el tiempo y hace ruido
y sentirse de una vez para siempre
olvidado y tranquilo
como un cero a la izquierda.

Nueva York,

14. Septiembre 1959

Mario Benedetti - Cumpleaños en Manhattan.